Los Celtas fueron una cultura
milenaria fascinante, en particular por estar envuelta en un halo mágico,
una cultura cuyos sabios desarrollaron una compresión de la naturaleza muy
profunda, a niveles místicos.
Los celtas atribuían a cada árbol una esencia divina y cada
planta un espíritu propio con los que se podían comunicar para obtener
conocimientos, por lo tanto su simbología representa un conocimiento basado en
las energías de la naturaleza y capaz de cambiarla, por lo tanto sus símbolos y
amuletos son poseedores una fuerza energética muy